18 de mayo de 2010


Lo nuestro duro, lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks, en vez de fingir, o estrellarme una copa de celos me dio por reir, de pronto me vi como un perro de nadie ladrar a las puertas del cielo, me dejo un neces con agravio, la piel en los labios y escarcha en el pelo.
Tenian razon, mis amantes en eso que antes la mala era yo, con una excepcion esta vez yo queria quererlo quererlo y el no, asique se fue. Me dejo el corazon en los los huesos y yo de rodillas.
Y regrese a la maldicion del cajon sin su ropa, a la cenicienta de saldo y esquina, volviendome loca, derrochando la bolsa y la vida, me fui poco a poco dando por vencida.
Tanto lo queria, que tarde en aprender a olvidarlo 19 dias y 500 noches.
Dijo hola y adios, y el portazo sono como un signo de interrogacion, sospecho que asi se vengaba a travez del olvido cupido de mi, no pido perdon ¿para que? si me va a perdonar, porque ya no le importo, siempre tuvo la frente muy alta la lengua muy larga y pantalon corto.
Me abandono como se abandonan los zapatos viejos, destrozo el crital de mis gafas de lejos, saco del espejo su vivo retrato, que pena tan grande.

No hay comentarios:

Publicar un comentario