29 de diciembre de 2010

Camino sin rumbo, eso es lo que dice la gente, a veces soy duro y a veces soy tan diferente, no tengo nada que perder. El café de la mañana de ayer, resulto extraño mirarte encerrado en mi cuarto de hotel, pero más raro es encontrarte con mi botella en tu mano. No hay nada que perder el bajón de la Esso que invité, La promesa que te hice alguna vez, no quiero seguir tratando de salvar al mundo, tengo amigos que siempre me muestran el rumbo. No tengo nada que perder.

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